Con un sensor MFT de 16 megapixeles, 5 ejes OIS y un disparo en ráfaga de 10fps, llega la Olympus OMD E-M5 Mark II. Una cámara de sistema compacto que incorpora un sensor Micro de cuatro tercios y que es la descendiente directa de la OM-D E-M5 estrenada apenas en el año 2012 y que dejó un muy buen sabor de boca desde su salida al mercado. Esta actualización busca añadir más funciones a la cámara sin el riesgo de dañar lo que ya es de por sí una de las mejores en su tipo.

Es verdad que en materia de ISO, no es de las mejores del mercado ya que alternativas APS-C tales como la Fujifilm X-T1 y otras logran tener un mejor rendimiento en este apartado, si que logra tener una mayor resolución, lo que justifica la preferencia por los usuarios pues los resultados sin el post-procesamiento son excelentes y el diseño hace pensar que estamos frente a una de las cámaras más originales de los últimos años, por lo que la inversión de 899$ valdrá la pena.

El diseño de la Olympus OMD E-M5 Mark II

Si comparamos la Olympus OMD E-M5 Mark II con su principal competidora, la Fujifilm X-T1, podemos ver que tanto la Mark II como su antecesora son las líderes en el diseño retro inspirado en las DSLR de 35mm que ya son parte del pasado. Está hecha principalmente en negro, plata, un cuero sintético y algunas láminas de metal, lo que le da ese aspecto retro, aunque si no eres de los que les gusta este tipo de diseño, podrás optar por su look más moderno que viene totalmente en negro.

La misma es resistente a partículas de polvo y al frio gracias a la hermeticidad con la que han construido la cámara y tiene todos los detalles que hace que nos demos cuenta de que estamos frente a una cámara moderna. El único detalle que hace dudar sobre su calidad es una pequeña tapa que cubre en uno de sus laterales los puertos de conexión de la Olympus OMD E-M5 Mark II, imprescindible para garantizar su hermeticidad pero que luce débil en materia de resistencia.

El cuerpo de la Olympus OMD E-M5 Mark II mide aproximadamente unos 123 x 85 x 44 mm, lo que la hace, sin duda alguna, una cámara mucho más compacta que  el promedio de DSLR en la actualidad y que forma parte del paquete de novedades que busca convencer a los usuarios de adquirirla. Pero estas medidas tienen su contrapartida, pues el agarre se ve mermado y se siente un poco insegura al sostenerla con ambas manos, por suerte, con esto tampoco hay problema pues existen accesorios que permiten mejorar el agarre sin grandes complicaciones.

Una cámara familiar

El diseño de la Olympus OMD E-M5 Mark II no dista mucho de la E-M5 anterior por lo que ya resulta familiar verla en las vitrinas. Sin embargo, uno de los grandes cambios que se pueden evidenciar en esta cámara es el enfoque que se le ha dado a los controles manuales, cambiando gran parte de los mismos con el fin de facilitar el uso. Los diales de control, por ejemplo, se han modificado y son mucho más grandes, esto le da al cuerpo de la misma la sensación de acercarse más a una gama más alta de cámaras, casi a la par de la Olympus E-M1.

Posee dos diales de control que tienen lados estriados con el objetivo de proporcionar más agarre, mientras que el dial de modo está ubicado, como siempre, al lado izquierdo de la placa superior y puede ser bloqueado para evitar su activación no intencional. Sin duda alguna lo que busca Olympus es ofrecer un mejor control de su dispositivo, en un mercado donde Sony, Panasonic, Canon y muchas otras están librando una férrea lucha por el dominio.

El visor electrónico de la Olympus OMD E-M5 Mark II

Algunos especulan que la razón de la rápida salida de este modelo al mercado, teniendo ya una E-M5 exitosa dese el año 2012, es que desde hace mucho tiempo la tecnología aplicada a los visores EVF estaba evolucionando de forma increíblemente rápida y la misma estaba quedando atrás en dicho apartado, por lo que era necesaria una remodelación que incluyera las nuevas funcionalidades que los visores electrónicos ofrecen.

En resumen, la norma es que ahora los visores electrónicos son mucho más bajos que los que se utilizaban en el año 2012, y se han incorporado mejoras que llevan a este visor de 1,44 M-puntos de resolución a los 2,36 puntos, así como su ampliación a 0.74x. Este nuevo visor da la sensación de ser más fuerte y grande que el anterior, casi como los visores ópticos de las réflex digital de más alta calidad.

Resolución de la Olympus OMD E-M5 Mark II

Entrando en materia de resolución, la Olympus OMD E-M5 Mark II ofrece resultados que definitivamente están fuera de este mundo si vemos que no se trata de una cámara de gama alta, atreviéndose a utilizar estándares diferentes, llegando a tener una resolución de 1024 x x 768 píxeles, que, aunque perece no ser mucho en un mundo donde los televisores, smartphone y cámaras más avanzadas ya apuntan hacia el 4K, si que es un gran avance.

Si nos fijamos en su pantalla trasera veremos que la resolución no ha mejorado solo en el apartado del sensor, sino que se ha trasladado a su pantalla trasera con grandes cambios.

La Olympus OMD E-M5 Mark II tiene una pantalla de 3 pulgadas de 1,04 millones de puntos de resolución, muy por encima de los 610K puntos de la antigua E-M5, además de que es mucho más nítida y tiene colores aun más precisos.

Mejoras que se evidencian

Las mejoras en la nitidez van más allá de una simple mejora estética, buscan mejorar el rendimiento de la misma y eso se evidencia con los modos como el HDR y cualquier otro filtro, ya que permite visualizar el resultado final de una forma más precisa que en la anterior cámara. Efectos como “exposure” y “profundidad de campo” se evidencian con mucho más detalle, haciendo que el uso de la cámara sea aun más intuitivo.

Vale destacar también que la pantalla trasera de la Olympus OMD E-M5 Mark II cuenta con una bisagra que permite que la misma pueda ser inclinada hacia adelante y atrás con el fin de facilitar la toma cuando esta es por debajo o por encima de la cabeza.

Funcionalidades de la Olympus

La Olympus OMD E-M5 Mark II cuenta con conexión a Wi-Fi, HDR integrado y un modo inteligente que busca combinar funcionalidades múltiples para aprovechar al máximo los 16 megapíxeles que se tienen a disposición. Aunque, si la comparamos con cámaras como la NX1 de Samsung, veremos que no es una cámara que ofrece grandes herramientas en materia de extras, tampoco es que se queda rezagada frente al resto.

Uno de los apartados más interesantes es su flash, pues, aunque no es de los más grandes, si que es un accesorio bastante flexible ya que se puede girar para hacerlo rebotar contra una pared en lugar de dirigirlo directamente al objetivo que se está fotografiando y también actúa como control remoto de otras unidades de flash

Fortalezas

+ Excelente relación precio-rendimiento.

+ Funcionalidades múltiples.

+ Flash flexible.

+ Mejora en la calidad de video HD

+ Apariencia de gama alta

Debilidades

• Menú complejo
• Autofoco limitante